La muerte de mujeres a manos de sus parejas o excompañeros desangra la República Dominicana, con más de 80 víctimas de feminicidios este año, según cifras oficiales, una violencia estrechamente asociada al machismo y a la desigualdad económica y social que sufre la mujer en este país del Caribe.
Las denuncias se cuentan por miles. De acuerdo con datos del procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, en lo que va de año las autoridades han recibido 55.000 denuncias por violencia intrafamiliar, de género y sexual.
Ante la gravedad de la situación, la Procuraduría del país lanzó a principios de este mes un Plan Nacional contra la Violencia de Género, que pretende luchar contra este tipo de delitos y reducir los feminicidios en el país, y esta semana realizó un encuentro con expertos nacionales y extranjeros para tratar el tema.
En esta actividad, Rodríguez reconoció que en los últimos años el país ha tenido un significativo desarrollo económico, sin embargo, “los indicadores de violencia de género son una señal de que aún la sociedad tiene grandes desafíos por delante”.
Para Sergia Galván, activista del movimiento feminista de la República Dominicana, la iniciativa “es una más de las tantas que se han anunciado en el país en los últimos años” y “que no han tenido ningún efecto debido a la falta de voluntad política y de presupuesto para enfrentar el problema”.
Ejemplo de ello, afirmó en declaraciones a Efe, es el hecho de que el país solo cuenta con tres casas de acogidas para mujeres y niños menores de 14 años en situación de violencia.
“La violencia es un problema estructural, social, multisectorial. que requiere una respuesta de Estado, no improvisaciones de los diferentes actores que deberían intervenir”, afirmó Galván, para quien la situación debe ser declarada “emergencia nacional”.
A la falta de recursos se suman “la deficiencia del sistema de judicial y la propia corrupción”, que contribuyen “a que la lucha contra la violencia de género se quede en papeles”, dijo Galván.
Este viernes, en víspera del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres, un hombre mató a su expareja en las afueras del lugar donde esta trabajaba en Santo Domingo, engrosando la lista de víctimas en el país, que ocupa el quinto lugar con mayor número de feminicidios de Latinoamérica, por detrás de Honduras, El Salvador, Argentina y Guatemala.
En un comunicado emitido por la celebración de este Día, la ONU destacó los esfuerzos realizados por la República Dominicana para eliminar la violencia de género, sin embargo, dijo que la violencia sigue constituyendo una de las principales violaciones a los derechos humanos en el país.
De acuerdo con Naciones Unidas, el país carece de una ley integral para prevenir, atender y sancionar la violencia de género, que resulta en 200 homicidios de mujeres cada año.
Las niñas también son víctimas de esta violencia, ya que, según los datos de la ONU, de 86 feminicidios cometidos en 2016 ocho fueron en contra de adolescentes o niñas y en 2017 cuatro menores de edad han sido víctimas de este delito, según la ONU.
En la mayoría de los casos han sido niñas o adolescentes viviendo en pareja, o siendo exparejas de hombres adultos mayores que ellas.
Uno de los casos que más conmocionó este año a la sociedad dominicana fue el de la adolescente de 16 años Emely Peguero, quien murió en agosto pasado en el noreste del país después de que le fuera practicado un aborto y recibiera un golpe en la cabeza, y por cuya muerte guardan prisión el novio y la madre de este.
El presidente dominicano, Danilo Medina, reconoció este viernes que el país vive una violencia “sin treguas” en perjuicio de las mujeres y las niñas, e instó a reflexionar sobre esta realidad.
Medina aprovechó la ocasión para reconocer a las hermanas dominicanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas el 25 de noviembre de 1960 durante la dictadura de Rafael L. Trujillo Molina, y que motivó que la ONU declarara esta fecha Día Internacional para la Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres.