Resaltan que durante el último año hubo una aplicación “lenta” ante el aumento de la violencia
Los gobiernos de Estados Unidos, Noruega y Reino Unido, que integran la conocida como ‘troika’ para Sudán del Sur, han reclamado este lunes la aplicación “urgente” de las cláusulas del acuerdo de paz de 2018 de cara a la celebración de las próximas elecciones y han apuntado a una aplicación “lenta” y “limitada” de las mismas.
Los tres gobiernos han resaltado que esta jornada conmemora el aniversario de la formación del Gobierno de unidad surgido del histórico pacto, que han descrito como “un gran paso para restaurar la paz en Sudán del Sur”, al tiempo que han aplaudido “todos los esfuerzos” para aplicar sus cláusulas.
Entre estos avances han destacado la creación del Gobierno de unidad y el nombramiento de los gobernadores en todos los estados del país, un proceso que sufrió meses de aplazamientos, así como el establecimiento de las instituciones de justicia de transición incluidas en el acuerdo de paz de 2018, incluida una comisión de la verdad.
“Queda mucho trabajo y existe una necesidad urgente de aplicar el acuerdo de paz en su totalidad”, han manifestado, antes de lamentar que “los progresos logrados durante el último año han sido demasiado lentos y limitados” y apostar por la formación “inmediata” de los gobiernos estatales y la formación del Parlamento de transición.
De esta forma, han hecho hincapié en que “la aplicación de los acuerdos transicionales de seguridad y una verdadera reforma del sector de seguridad deben arrancar de forma inmediata”, al tiempo que han mostrado su apoyo a los esfuerzos para unificar las fuerzas de seguridad.
“La ‘troika’ pide el inicio del proceso de redacción de la Constitución y de los preparativos para unas elecciones pacíficas, creíbles e inclusivas tras la transición. Hay una necesidad urgente de continuar la aplicación de reformas (…) sobre transparencia y rendición de cuentas”, han subrayado.
En este sentido, han argüido en su comunicado que, si bien aplauden el nombramiento de tres mujeres como vicegobernadoras, lamentan que “se haya fracasado a la hora de garantizar una representación femenina del 35 por ciento, tal y como contemplaba el acuerdo de paz”.
Por otra parte, han resaltado que el acuerdo de alto el fuego “se ha respetado en general”, si bien han destacado que “el nivel de violencia en el país, incluido el conflicto causado por las deserciones, es inaceptable”, por lo que ha pedido a los grupos armados que siguen dialogando con el Gobierno para lograr la paz “garanticen un respeto del acuerdo de cese de hostilidades y sigan en el diálogo político”.
CRISIS HUMANITARIA
“Estamos profundamente preocupados porque la violencia está exacerbando una situación humanitaria ya dura, con 7,2 millones de personas haciendo frente a niveles graves de inseguridad alimentaria y más personas en situación de necesidad que cualquier otro año desde la independencia de Sudán del Sur”, han dicho.
Por ello, han pedido al Gobierno que “garantice una reducción inmediata de los conflictos subnacionales y un acceso humanitario sin restricciones”, en referencia al repunte de los enfrentamientos intercomunitarios registrados durante los últimos meses, especialmente en zonas centrales del país africano.
El comunicado ha sido publicado después de que el representante especial de la Secretaría General de la ONU en Sudán del Sur, David Shearer, pidiera en enero a las partes firmantes que “aceleren los esfuerzos” para unificar las fuerzas de seguridad y poner en pie el nuevo Parlamento de cara a la celebración de las próximas elecciones.
La Presidencia de Sudán del Sur anunció a principios de enero que las partes firmantes del acuerdo de paz habían acordado extender una vez más el periodo de transición, en esta ocasión hasta 2023, para dar margen a la aplicación de las cláusulas del pacto, que han sufrido retrasos en algunos de sus puntos más importantes.
Hasta la fecha se han pactado otras dos extensiones del periodo de transición, la primera de ellas anunciada en mayo de 2019 por un periodo de seis meses, después de que el antiguo líder rebelde y actual vicepresidente primero del país, Riek Machar, pidiera tiempo para aplicar algunas cláusulas relativas a la seguridad.
El Gobierno de unidad en Sudán del Sur echó a andar tras la materialización del acuerdo firmado por el presidente, Salva Kiir, y Machar, quien fue nombrado nuevamente para el cargo que ocupaba antes de la guerra civil. Entre los principales puntos pendientes figuran la unificación de las fuerzas de seguridad y la reconstitución del Parlamento, organismo que estará a cargo de poner en marcha las reformas acordadas en 2018 entre las partes.