El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha alertado este miércoles de la falta de pruebas contra varios presos estadounidenses que se encuentran actualmente en el corredor de la muerte y ha pedido al Gobierno del país norteamericano abolir definitivamente la pena capital.
Seif Magango, portavoz de la oficina, ha manifestado su “grave preocupación” por las ejecuciones pendientes de dos hombres en Estados Unidos, donde seis personas han sido recientemente sometidas a la pena de muerte en cinco estados de todo el país durante un periodo de tan solo doce días.
“Este aumento de las ejecuciones es muy alarmante”, ha aseverado en un comunicado. Así, ha lamentado que Robert Robertson y Derrick Ryan Dearmen se encuentran a la espera de ser ejecutados el próximo 17 de octubre en Texas y en Alabama.
“Nos oponemos a la pena de muerte como cuestión política en todas las circunstancias. Es incompatible con el derecho a la vida y muestra un riesgo inaceptable de ejecutar a gente inocente”, ha puntualizado. “La evidencia sugiere que tiene muy poco efecto a la hora de reducir las tasas de delitos”, ha aseverado.
Es por ello que ha instado a Estados Unidos a “unirse al creciente consenso global sobre la abolición de la pena de muerte, empezando por imponer una moratoria a todas las ejecuciones”.