La ciudad de Las Vegas se está volcando con las víctimas de la masacre del domingo y con sus allegados: las escuelas ofrecen apoyo psicológico a niños y familias, varios hoteles dan habitaciones gratuitas a los familiares de los afectados y la gente hace fila para donar sangre.
Menos de 48 horas después de que un hombre de 64 años disparase contra los asistentes a un concierto al aire libre y matase a casi 60 personas e hiriese a más de 500, la ciudad del juego, sus organizaciones, líderes y empresas empiezan a evaluar las necesidades generadas por la tragedia y a ofrecer su ayuda.
La cadena Station Casinos anunció habitaciones de hotel gratuitas para las familias de aquellos que “tristemente resultaron afectados por el trágico evento de ayer y que están viajando a Las Vegas”.
La cadena, con 18 establecimientos a lo largo y ancho de Las Vegas, quiere ayudar a esas personas “durante estos momentos difíciles”, según un comunicado de prensa.
A esta corporación hotelera se han unido otras grandes empresas y operadores como Boyd Gaming Corp, Siegel Group Nevada INC y South Point Hotel y Casino.
Cada una de estas organizaciones tiene su propio sistema de verificación de identidad, apoyado por la Policía Metropolitana de Las Vegas, para garantizar que son realmente los familiares de los afectados quienes reciben la ayuda.
Por su parte, el Distrito Escolar del Condado Clark (CCSD por su sigla en inglés) empezó el día enviando vía telefónica o por correo electrónico a todos y cada uno de los padres de familia un mensaje para avisarles que en cada escuela hay personal calificado y listo para atender a los estudiantes que requieran de apoyo y consejería emocional.
El propio superintendente escolar envió el comunicado a los padres de familia. “Les agradecemos su paciencia y cooperación. Queremos que sepan que los servicios de consejería estarán disponibles para los estudiantes en todas nuestras escuelas”, dice un aparte del mensaje recibido por miles de familias del valle de Las Vegas.
Dan Triana es el Director de SLAM, una academia “charter” que recibe alumnos de escuela intermedia y preparatoria y que también está dedicada a ayudarles a encajar ese golpe emocional.
Triana asegura que al igual que las demás escuelas del Condado, en SLAM se les está ofreciendo asesoría, pero además se está trabajando para que la misma escuela se vincule a la comunidad en el esfuerzo por ayudar directamente a las víctimas.
“Entramos en contacto con la Cruz Roja Americana. Les ofrecimos nuestra escuela para que sea un centro de donación de sangre a donde la comunidad pueda venir. Estamos trabajando en eso”, puntualizó.
De acuerdo con los expertos, no es fácil para un menor de edad asimilar un hecho como el ocurrido el domingo por la noche (la madrugada del lunes en la Costa este) en la llamada “ciudad que nunca duerme”.
Hasta ahora solo se ha hecho público el nombre de 21 personas que cayeron muertas por los disparos con armas automáticas que Stephen Paddock hizo desde la ventana de una habitación del Hotel Mandalay contra los asistentes a un festival de música country que se celebraba en un parque cercano.
Diversas fuentes cifran en casi 60 las vidas con la que acabó Paddock, quien después de la matanza se quitó la suya propia.
Las diferentes iglesias y centros religiosos de la ciudad se han unido en torno a vigilias y jornadas de oración.
En algunos casos, sacerdotes, pastores y líderes de congregaciones están simplemente escuchando a sus feligreses o a cualquier que quiera hablar sobre lo sucedido, que quiera ser escuchado o que busque consuelo.
Sin importar la denominación o el credo, se le ha dicho a la comunidad que puede acudir a cualquiera de estos centros en donde encontrará a alguien que pueda ofrecerle consejo o simplemente una cara amiga con la que pueda desahogarse.
La ciudad ha establecido un fondo de ayuda económica para las víctimas. En menos de 24 horas ha reunido más de 3.793.000 dólares y la meta es poder conseguir 4 millones y medio de dólares.
Según explicó la alcaldesa Carolyn Goodman, esos fondos se usarán para ayudar a solventar las cirugías y atención médica de los heridos, la ayuda que requieren los familiares y todo lo relacionado con la recuperación que deben enfrentar tras perder o tener herido a un ser querido.