El autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, ha anunciado la creación de una Comisión de Seguridad e Inteligencia dedicada a la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, después de que el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, fuera imputado por “narcoterrorismo” en Estados Unidos.
Guaidó ha explicado que esta Comisión Especial Presidencial para Asuntos de Seguridad Policial e Inteligencia se encargará de “definir las líneas estratégicas de seguridad ciudadana en el ámbito policial” y de hacer “el rastreo financiero de la corrupción”.
Además, se encargará de “articular todas las medidas de cooperación que se tomarán desde el Gobierno legítimo con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y demás organismos internacionales para la protección de Venezuela y la región del narcoestado”.
Con este propósito se buscará también a “los efectivos policiales que han migrado de manera forzosa” para que se coordinen con “los oficiales que siguen activos en Venezuela que no están involucrados en delitos de lesa humanidad ni narcotráfico”.
La comisión estará integrada por el ex comisario Iván Simonovis, que es el encargado de seguridad e Inteligencia de la ’embajada’ de Guaidó en Estados Unidos; David Smolansky, asesor especial de Guaidó en materia de seguridad, Inteligencia y migración; y Paparoni, responsable de Inteligencia financiera y crimen organizado del gabinete de Guaidó.
El “presidente encargado” ha dado este paso después de que el Departamento de Justicia imputara cargos penales por “narcoterrorismo” a Maduro y otros 14 ‘chavistas’ por “inundar” de cocaína Estados Unidos durante al menos los últimos 20 años en supuesta connivencia con la extinta guerrilla colombiana de las FARC.
Al mismo tiempo, Estados Unidos ha lanzado un plan para una “transición democrática” en Venezuela que consiste en que Maduro y Guaidó se aparten temporalmente para crear un gobierno interino que guíe al país hacia la celebraciones de unas elecciones “libres” –presidenciales y parlamentarias– en el plazo de seis a doce meses.
El enviado especial de la Casa Blanca para la crisis venezolana, Elliott Abrams, ha desvinculado ambos asuntos pero al mismo tiempo ha sugerido que, si Maduro acepta esta ‘hoja de ruta’, podría negociar con Justicia o, en último extremo, ir a países como Cuba o Rusia que no tienen tratado de extradición con Estados Unidos.