El estado de Florida sufrirá una mayor incidencia de tormentas, sequías, enfermedades tropicales e inundaciones tras la salida de EE.UU. del Acuerdo del Clima de París, aseguró hoy a Efe el experto en clima Henry Briceño.
“Salirnos del acuerdo de París es ponernos en el lado oscuro de la historia”, expresó Briceño, investigador de la Universidad Internacional del Florida (FIU, en inglés), tras el anuncio del presidente Donald Trump de abandonar el pacto ambiental mundial.
Briceño, quien precisó que Florida es el estado más vulnerable del país al cambio climático, señaló que “va a haber tormentas más fuertes y más frecuentes, lo mismo que sequías más intensas y más extensas”.
El especialista además explicó que varios factores acentúan el riego del estado al cambio climático, entre ellos lo plano de la topografía, las extensas costas en el Atlántico y el Golfo de México, y las características de su suelo, que está compuesto de muchas cuevas y es permeable.
Dijo que estas características facilitan las inundaciones, que ya afectan a varias ciudades floridanas cuando se presentan altas mareas debido al aumento en el nivel del mar y que ya no se detendrán con la construcción de diques en las costas.
“El agua sube, se mete por jardines, calles, patios”, dijo Briceño.
Manifestó que para el 2050 el agua estará unos 30,5 centímetros (un pie) arriba del nivel del mar, y por “gravedad más del 60 % de los canales no van a poder drenar el agua”.
Briceño manifestó que salirse del acuerdo mundial es un retroceso para controlar el impacto humano en el calentamiento global, que es el propósito del Acuerdo de París, firmado en 2015 por más 190 países.
“El 75 % del calentamiento global es humano”, recordó Briceño, investigador del Centro de Investigación Ambiental del Suroeste, de FIU.
Recordó que el acuerdo pactado busca demorar un poco más los cambios del clima y el incremento del nivel del mar, “hacerlos menos extremos con las medidas de mitigación que se hubiesen tomado para disminuir los gases de invernadero que lanzan a la atmósfera las industrias”.
Washington se había comprometido a reducir para 2025 las emisiones de gases de efecto invernadero entre 26 % y 28 % respecto a los niveles de 2005.
Según Briceño, los gases de efecto invernadero deberían estar máximo entre 200 a 300 partes por millón, pero están actualmente en más de 406 partes por millón.
Por otro lado, el científico expresó que los mosquitos o vectores de enfermedades tropicales como el zika, la malaria y el dengue, poco a poco suben más al norte debido a los climas cada vez más calurosos y más propicios para su propagación.
“Ya lo estamos viendo, y eso va a aumentar”, señaló.
Recordó que abril pasado fue el segundo abril más caliente de la historia en el mundo desde que se registran las temperaturas, según datos de la NASA.
Briceño dijo que el calentamiento global es un “problema de todos” y que la salida de Estados Unidos del acuerdo debe ser un llamado a conciliar y trabajar entre todos.