La vulnerabilidad social, la falta de oportunidades y la ausencia de información sobre el uso de métodos anticonceptivos son algunos factores que influyen en las altas tasas de embarazos en adolescentes en México, detalló hoy un estudio.
“Los adolescentes no tienen pleno conocimiento y ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, lo que se vincula de manera directa con este problema”, explicó Néstor Sánchez Hernández, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
En el reporte “Ciencia básica, vulnerabilidad social y embarazo adolescente en la Ciudad de México”, especialistas subrayaron que este problema de salud pública representa, además, la segunda causa de deserción en educación media superior.
Según la investigación, las campañas y la estrategia pública nacional para prevenir el embarazo adolescente han sido insuficientes para afrontar esta situación, debido a que los derechos sexuales y reproductivos no forman parte del imaginario adolescente.
“En promedio, 90 % de los adolescentes sabe de los métodos anticonceptivos, el problema es el acceso o desconocimiento de su uso”, dijo Sánchez Hernández.
El documento también revela que aunque los jóvenes sí recurren a sus padres en primera instancia para hablar de sexualidad, solo han recibido consejos como “cuídate”, por lo que se ven obligados a recurrir a Internet, donde “encuentran información inexacta”.
El estudio detalló que tener un hijo representa una salida ante la falta de oportunidades para las adolescentes que se encuentran entre la población de estrato socioeconómico bajo, aseguró Pablo González Ulloa, otro de los autores del estudio.
“Ni el Estado, la sociedad o la familia ofrecen a este grupo poblacional un plan de vida específico, por lo que el embarazo representa una salida”, apuntó.
Entre las jóvenes de 15 y 19 años que participaron en el estudio, solo 14 % dijo no tener acceso a anticonceptivos o tener miedo a tomarlos, mientras que una parte importante aseguró no utilizar métodos anticonceptivos y otras admitieron haber planeado tener un bebé sin tener consciencia del impacto de su decisión.
Por último, Maura Roldán, quien también participó en la investigación, destacó que es necesario planear talleres para los jóvenes en los que no solo se les hable de prohibiciones, sino del disfrute de su sexualidad.
Además, resaltó la importancia de políticas públicas integrales que “contribuyan a mejorar las condiciones precarias en las que se desenvuelve gran parte de este segmento”.