El Papa ha mostrado su firme decisión de viajar a Irak el próximo viernes a pesar de los peligros que entraña, en medio de una pandemia global que impone medidas restrictivas en el país y recientes actos de violencia: “Hace tiempo que quiero encontrarme con esta Iglesia mártir”.
“Este viernes viajaré a Irak para un peregrinaje de tres días. Desde hace tiempo deseo encontrar a este pueblo que ha sufrido tanto y a esta Iglesia mártir y en la tierra de Abraham (en Ur); con los otros líderes religiosos daremos otro paso para la hermandad entre los creyentes”, ha señalado Francisco tras presidir la audiencia general en la Biblioteca del Palacio Apostólico, sin fieles y en el máximo respeto de las medidas de seguridad.
A menos de dos días de que el Papa se ponga en marcha y afronte su 33 viaje internacional, uno de los más difíciles de su Pontificado, varios cohetes fueron disparados contra una base donde hay soldados estadounidenses, iraquíes y españoles que lideran una coalición internacional para contrarrestar el terrorismo yihadista. Sin embargo, Francisco considera que “Irak no puede esperar”. “Esperaba a Juan Pablo II y se le prohibió ir. No se puede desilusionar a un pueblo la segunda vez”, ha señalado.
Precisamente, el Papa polaco había planeado viajar a Irak en 1999 pero su intención fue frustrada por la oposición del entonces dictador Sadam Husein.
El Pontífice argentino, que estará tres días en Irak, visitará la capital Bagdad, Mosul, Erbil, Qaraqosh y la antigua ciudad de Ur. Francisco ha pedido oraciones a los fieles para que “este viaje pueda ir bien” y se “realice de la mejor manera”.
Asimismo, ha deseado que “las aspiraciones del pueblo birmano no se vean sofocadas por la violencia y que se conceda esperanza a los jóvenes de esa amada tierra y se les dé un futuro donde el odio y la injusticia dejen espacio para el encuentro y la reconciliación”.
“Me llegan noticias tristes desde Birmania de sangrientos enfrentamientos con pérdida de vidas humanas”, ha lamentado para llamar la atención de las autoridades involucradas con el fin de que el diálogo prevalezca sobre la represión y la armonía sobre la discordia”.