Estados Unidos está presionando a los países del Caribe, tradicionales aliados del Gobierno de Nicolás Maduro, para que apoyen la suspensión de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), según dijo a Efe el embajador estadounidense ante el organismo, Carlos Trujillo.
Estados Unidos planea pedir la suspensión de Venezuela durante la próxima Asamblea General de la OEA, su foro político más importante que se celebrará en Washington el 4 y el 5 de junio.
En una entrevista, Trujillo aseguró que Estados Unidos está tratando de contrarrestar la influencia que Venezuela tiene sobre los países del Caribe, que contrajeron abultadas deudas con la nación petrolera y, desde la creación del Petrocaribe, han tenido acceso a combustible barato.
“Estamos informando a los países caribeños de la crisis que está ocurriendo, ellos lo deben de hacer (apoyar la suspensión de Venezuela) porque es la cosa justa y correcta de hacer. Nadie puede denegar que lo que está ocurriendo en Venezuela es una cosa inhumana”, explicó Trujillo.
“Las personas -continuó- se están muriendo de hambre. Les estamos dando todos los informes y haciéndoles ver que lo que está pasando es algo sobre lo que debemos actuar”.
Estados Unidos necesita 24 votos para aprobar la suspensión de Venezuela, la mayor forma de sanción que tiene la OEA y que solo ha aplicado a dos naciones: Honduras, en 2009, después del golpe de Estado que depuso a Manuel Zelaya como presidente; y Cuba tras el triunfo de la Revolución de Fidel Castro, en 1959.
Durante un discurso ante la OEA en mayo, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pidió la suspensión de Venezuela y, según dijo a Efe un funcionario de la Casa Blanca, Pence planea repetir ese mismo reclamo mañana lunes durante una recepción con representantes de los Estados miembros.
Pese al peso político que tiene el llamamiento de Pence, por el momento Estados Unidos no ha logrado los 24 votos que necesita para suspender a Venezuela, por lo que lo más probable es que la condena a Maduro se limite a una resolución que presentará en la Asamblea el Grupo de Lima, que agrupa a 14 países de América.
EE.UU. está trabajando con el Grupo de Lima en esa resolución con la intención de que sirva para condenar al “régimen” de Maduro.
“La crisis de Venezuela es el tema más importante que afecta ahora mismo a Latinoamérica. Esperamos que la resolución aborde el tema de la ayuda humanitaria, la falta de aceptación de ayuda por el régimen de Maduro y la ilegitimidad de las elecciones del mes pasado”, subrayó Trujillo.
El embajador se refería a las elecciones del 20 de mayo, que ya rechazaron Estados Unidos y el Grupo de Lima, y en las que Nicolás Maduro fue reelegido como presidente.
“Debemos pedir al régimen de Maduro que acepte ayuda humanitaria, que celebre elecciones libres y que, si no puede lograr todas esas cosas, que no forme parte de esta organización”, consideró Trujillo.
Venezuela ya pidió dejar la OEA en abril de 2017, aunque su salida no se hará efectiva hasta 2019. A pesar de que ha pedido salir de la OEA, su expulsión tendría un gran contenido simbólico y, para Trujillo, otorgaría “credibilidad” a la OEA como defensora de la democracia en Latinoamérica.
“¿Cómo es posible que tengamos un miembro que viola todos los derechos humanos y todos los derechos democráticos y que participe en un lugar democrático?”, se preguntó Trujillo, quien consideró que esa dicotomía es “inaceptable” y que, por ello, el Gobierno de Donald Trump ha decidido actuar.
Además, Trujillo explicó que su Gobierno, con apoyo de otros países, presentará una resolución sobre la crisis en Nicaragua, la más sangrienta desde los años 80 con al menos 108 muertos y cerca de un millar de heridos, según datos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
“Estamos bien preocupados por la situación de Nicaragua. El asesinato de estudiantes desarmados es totalmente inaceptable, es algo que debe ser traído a la justicia, la policía y los grupos paramilitares han sido responsables de esa violencia. Y tiene que parar”, afirmó.
La crisis de Nicaragua no figura en el temario de la Asamblea General, donde se espera que Venezuela sea la protagonista.
No obstante, la Secretaría General de la OEA, ocupada por Luis Almagro, y el Gobierno de Nicaragua están trabajando en una serie de reformas electorales, que preven concluir en enero de 2019.
Preguntado al respecto, Trujillo dijo que Estados Unidos “no está en contra” de esa iniciativa, pero aseguró que “hay diferentes formas de manejar ese tema”.
Estados Unidos ha adoptado algunas de las posturas más duras sobre la crisis en Nicaragua y en Venezuela y está presionando al resto de países, incluido a los integrantes del Grupo de Lima, para que la Asamblea General de la OEA acabe con contundentes pronunciamientos sobre esos temas.