El presidente, Donald Trump, concluyó hoy su visita a Las Vegas (Nevada), donde el domingo murieron 58 personas y más de 500 resultaron heridas en un tiroteo, sin hablar sobre el control de armas en el país tras visitar a algunas víctimas y agentes de seguridad que respondieron al ataque.
Trump dijo durante su visita al University Medical Center, donde hay ingresados múltiples heridos del tiroteo, que no hablará por el momento de “la violencia de las armas”.
“No hablaremos hoy sobre la violencia de las armas. Esto fue obra de una persona enferma y demente”, indicó el mandatario en un breve encuentro con los medios de comunicación tras finalizar su visita al centro médico, acompañado por la primera dama, Melania.
“Quiero destacar el trabajo de los profesionales que han tratado a las víctimas. Han hecho una labor indescriptible. No queremos ver algo así de nuevo”, apuntó Trump, que calificó a los médicos y el resto del personal del hospital como “algunas de las personas más increíbles” que ha conocido.
“He estado con víctimas terriblemente heridas. Lo que he visto aquí es un tributo increíble a la profesionalidad de todo el personal. Es increíble la valentía de la policía y de toda la gente que ayudó a los heridos. Me hace sentir orgulloso”, apuntó.
Asimismo, se congratuló de saber que la mayoría de los heridos en el centro médico recibirán el alta en las próximas horas, días y semanas.
Por último, valoró el “excepcional” trabajo de la Policía y el equipo de la unidad de elite SWAT que irrumpió en la habitación del hotel desde donde abrió fuego Stephen Paddock, autor del tiroteo que acabó con la vida de 58 personas y dejó más de 500 heridos.
“Lo localizaron en 11 minutos. Hicieron un trabajo fantástico y salvaron muchas vidas”, apuntó.
Tras la visita al University Medical Center, Trump acudió a la sede principal de la Policía de Las Vegas, donde se reunió con las fuerzas de seguridad y servicios de emergencia que respondieron al ataque.
Allí Trump compareció de nuevo ante los medios y, tras dar un solemne discurso en el que aseguró que “EEUU es una nación que está de luto” en estos momentos y que la ciudad de Las Vegas ha mostrado su “verdadero coraje y personalidad”, no aceptó preguntas.
Tras la masacre, el mandatario ha evitado en todo momento hablar sobre el control de las armas de fuego en Estados Unidos, aunque este martes reconoció a bordo del Air Force One que “quizá” ese debate se abra “en algún momento”.
Durante la campaña electoral de 2016, Trump recibió el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el mayor grupo de presión contrario al control de armas de fuego y que destina millones de dólares a proteger la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a portar armas.
El domingo, desde la ventana de su habitación en el piso 32 de un hotel, Paddock, un jubilado de 64 años, disparó contra una multitud que asistía a un festival de música country durante un intervalo de entre 9 y 11 minutos con rifles semiautomáticos que había modificado para que dispararan más rápido.
A Paddock le habían recetado en junio 50 pastillas de 10 miligramos del sedante diazepam (valium), un fármaco contra la ansiedad que puede provocar comportamientos agresivos, según informó hoy el diario local Las Vegas Review-Journal.
Paddock compró las pastillas en una farmacia de la cadena Walgreens de Reno (Nevada) el mismo día que se las recetaron.
El abuso de ese fármaco puede provocar experiencias psicóticas en el consumidor, según detalla el portal especializado drugabuse.com.
Las autoridades han recuperado en total 47 armas de fuego en tres localizaciones diferentes, el hotel Mandalay Bay y dos residencias de Paddock, que fueron adquiridas en cuatro estados por el atacante.
Fuentes de la investigación indicaron al diario Los Angeles Times que, aunque Paddock comenzó a comprar armas hace más de 20 años, la mayoría del arsenal descubierto lo compró desde octubre de 2016.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) tiene ahora bajo custodia a Marilou Danley, de 62 años, pareja del autor de la matanza y declarada “persona de interés” para la investigación.
Danley, de origen filipino y nacionalidad australiana, llegó este martes por la noche a Los Ángeles (California) después de pasar al menos 15 días fuera de Estados Unido