Palacio Nacional, R. D.-Pasé trabajo y mucho, con cintilllo y carta constancia. Para prestarme valía poco, para venderlo casi nada.
El usurero se aprovechaba, cuando tenía que sembrar, la cosecha que ganaba, a sus manos iba a parar.
Hasta un cónsul se me negó, por mi papel estrujado, pedí visa de paseo y me puso rechazado.
Las visitas sorpresa de Danilo, el panorama cambió, van casi 29,800mil títulos, alegría de 116 mil hijos de Dios.
Se acabó pasar vergüenza, en bancos y consulados, con título definitivo andamos certificados.