Santiago, R.D.- Cuatro acontecimientos de relieve que impactan de manera directa en la República Dominicana se originan en la postrimería del fin de semana.
La Serie Final del béisbol de invierno entre las Águilas del Cibao y Tigres del Licey que inicia esta noche en Santiago.
Mañana viernes la juramentación del nuevo Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El sábado es el Día consagrado de Nuestra Señora de La Altagracia.
Y el domingo es la marcha en la Capital de condena a la corrupción gubernamental.
El Día de Nuestra Señora de la Altagracia considerada como “protectora” del pueblo dominicano.
La devoción a la Virgen de la Altagracia se desarrolla en toda la isla, desde la época de la Colonia y cada 21 de enero, miles de dominicanos y haitianos realizan veladas de adoración.
El acto principal se desarrolla en la Basílica de Higuey en la provincia La Altagracia, situado en el Este del país a la que, por tradición asiste el Presidente de la República.
Es costumbre de que vienen delegaciones de feligreses de Haití.
La presencia de los haitianos que viajan hasta la Basílica de Higuey obligó a la Iglesia Católica a realizar una misa en Kreole.
Sin embargo, los principales actos religiosos se desarrollan en la ciudad de Higüey, cuya provincia lleva el nombre de la virgen.
Esta ciudad, dista a 145 kilómetros de la Capital.
Desde la víspera miles de feligreses abarrotan la Basílica para rendir culto a la Virgen de la Altagracia.
Las fiestas a La Altagracia, no sólo tienen como escenario a Higuey y su entorno sino que hay fiestas patronales y religiosas en otras provincias y ciudades del país.
Religiosos acuden a los templos y “calvarios” de adoración a la Virgen en agradecimiento por algún “milagro” concedido, uno van a rezar y otros a robar.
El 21 de enero fue declarada como fiesta oficial religiosa por el poder eclesiástico denla Iglsia católica siempre y de acuerdo a la carta del Arzobispo Isidoro Rodríguez Lorenzo, quién daba a conocer en 1692 por primera vez la designación de una fecha como fiesta religiosa aprobando como buena y válida.
Fue en la gestión de Monseñor Arturo de Meriño que pidió a la Santa Sede la concesión de Oficio Divino y misa propia para el día de la Virgen de la Altagracia suplicando, que fuese como festividad de precepto el 21 de enero, ya que el 15 de agosto no se podía debido a que la Iglesia celebraba en esa fecha el Misterio de la Asunción de la Virgen de los Cielos.
Fue aprobado por ley la declaración oficial del 21 de enero como no laborable, de fiesta nacional y religiosa en todo el territorio del país.
Esto fue ejecutado durante el gobierno de Horacio Vázquez, quien era devoto de esta virgen.
Los pueblos donde hacen fiestas de la Virgen de la Altagracia están San José de Ocoa; Arroyo Hondo, en Baní Provincia Peravia y Pedernales en la Región Sur.
También, en los municipios de Nagua y Cabrera Provincia María Trinidad Sánchez, en la Región Nordeste.
Se extiende a los municipios Loma de Cabrera Provincia Dajabon y Castañuelas en Montecristi, ambas en la Región Noroeste.
Iguales actividades religiosas se efectúan en las comunidades La Victoria en el Distrito Nacional y en el municipio de Villa Altagracia en San Cristóbal.
Es costumbre que los devotos de todas las provincias del país ir a Higüey a la Virgen de la Altagracia, las peregrinaciones a la Basílica de que cada 21 de enero, se hacen novenas, misas, rezos, cantos, peticiones y aclamaciones.
Siempre los carteristas roban dinero a los devotos debido a la cantidad de personas que allí asisten.
La Policía Turística arresta carteristas que se aprovechaban de la multitud para robar a los fieles.
Higüey es una ciudad donde se instalan puestos de chequeos y control de vehículos por parte del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y la Defensa Civil para evitar accidentes y pérdidas de vidas.
Este Plan Operativo es coordinado por el Centro de Operaciones de Emergencias, con la participación de diversos organismos estatales.
