La llegada del potente huracán Irma a Estados Unidos ha multiplicado los consejos oficiales pero también la siempre ingeniosa sabiduría popular, que recomienda desde llenar la bañera hasta guardar los objetos de valor en el lavavajillas.
Se espera que Irma, el huracán más potente registrado nunca en el Atlántico, alcance el sureste del país el domingo de madrugada, por lo que la población apura las últimas horas para prepararse lo máximo posible.
En los últimos días se han visto impresionantes filas en las autopistas, las gasolineras y los supermercados de Florida, el estado más amenazado por Irma.
Elaborar un plan de evacuación rápida con la familia, hacer acopio de comida y agua para al menos tres días y llenar el depósito del automóvil son algunas de las recomendaciones básicas de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA).
Todo eso hay que hacerlo 36 horas antes del huracán, como también preparar un paquete de emergencia con medicinas, linternas, pilas, dinero en efectivo y un cambio de ropa.
Se aconseja además acordar con los seres queridos alternativas de comunicación por si hay cortes de luz: lo mejor es usar el correo electrónico o las redes sociales mientras dure la batería del celular y la computadora.
Cuando eso no sea posible, es preferible enviar mensajes de texto a llamar, porque las líneas suelen colapsarse durante los desastres naturales.
Entre las 36 y las 18 horas previas al huracán, una tarea clave es cubrir todas las ventanas de la casa, idealmente con persianas fijas y, si no se tienen, con tablones de madera contrachapada.
Acto seguido, se debe recoger el mobiliario del patio, los contenedores de basura y todo objeto que pueda convertirse en proyectil cuando lleguen los fuertes vientos.
Entre las 18 y las 6 horas anteriores algo fundamental es cargar el celular al máximo para tener batería en caso de que se vaya la luz.
Y cuando ya queden solo 6 horas, lo fundamental es quedarse en casa -si no se ha ordenado la evacuación del área- y avisar a la familia y amigos de dónde se está.
Además, hay que permanecer lo más lejos posible de las ventanas, estar atento a los avisos de las autoridades en la radio y la televisión y poner el refrigerador y el congelador a la temperatura más fría para que la comida se conserve el mayor tiempo posible si hay un corte de luz después.
Junto a estos consejos oficiales, se han multiplicado en las últimas horas en los medios y las redes sociales los trucos de ciudadanos veteranos en lidiar con huracanes y también de periodistas que han sobrevivido a muchos en la primera línea.
Uno de los más curiosos se escuchó hoy en la radio pública NPR: en caso de evacuación, deja los objetos de valor en el lavavajillas, estarán libres del agua.
En la CBS matizaban el consejo precisando que primero hay que cortar la entrada de agua en la máquina y meter los objetos en bolsas de plástico para mayor protección.
La lavadora de la ropa, la secadora y las cajas de plástico también pueden cumplir esa función, aunque lo recomendable es llevarse siempre consigo documentos clave como el pasaporte, otras identificaciones, informes médicos o los papeles del seguro.
El consejo del lavavajillas es más bien para cosas con valor sentimental o económico pero no imprescindibles como las fotografías o las joyas.
Otra recomendación casera curiosa es la de llenar la bañera de agua antes del huracán: puede usarse para el inodoro o para lavar los platos.
Y para quienes tendrán que informar de la llegada del huracán en primera línea, periodistas curtidos en catástrofes naturales han compartido la sabiduría acumulada en otras coberturas.
Por ejemplo, aconsejan llegar pronto al lugar de la cobertura para familiarizarse con el entorno y recoger testimonios antes de que se complique la situación.
Además, recomiendan a los más osados que no manejen vehículos ni estén fuera durante la tormenta: es demasiado arriesgado y, para el trabajo de muchos reporteros, en muchas ocasiones no aporta realmente nada.
Y todos coinciden en un consejo que vale para cualquiera que esté en el camino del amenazante Irma: “no tentar a la suerte, la vida es lo primero”.