La temporada de huracanes del Atlántico de 2023 comenzó oficialmente ayer, con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica prediciendo un 40% de probabilidad de un año casi normal.
Se espera que la temporada de seis meses vea entre 12 y 17 tormentas con nombre, caracterizadas por velocidades de viento de 39 mph o más. Entre estas, se proyecta que de cinco a nueve tormentas alcancen la fuerza de un huracán, con vientos mínimos de 74 mph, y de una a cuatro podrían convertirse en huracanes de categoría 3 o más fuertes, con vientos de al menos 111 mph. El pronóstico sugiere que Florida estará en mayor riesgo que otras regiones.
Se espera que varios factores contribuyan al desarrollo de tormentas, incluidas las temperaturas más cálidas de la superficie del mar en los océanos Atlántico y Caribe, así como la intensidad de las olas del este de África, que generan muchos huracanes poderosos. Sin embargo, es probable que un patrón de El Niño en evolución reduzca la actividad general, ya que el aumento de los vientos atmosféricos superiores puede romper las tormentas emergentes antes de que puedan fortalecerse.