El exdirector del FBI James Comey acusó hoy al presidente, Donald Trump, de “mentir, simple y llanamente” y, tras relatar ante el Senado las “preocupantes” situaciones que vivió con el mandatario, confió en que el fiscal especial para la investigación sobre Rusia, Robert Mueller, determine si incurrió en “obstrucción a la Justicia”.
Durante su esperada audiencia ante el Comité de Inteligencia del Senado, Comey describió sus encuentros con el magnate y deseó que hubiera grabaciones de los mismos, cuya existencia llegó a insinuar Trump hace unas semanas.
“He visto esos tuits. Dios mío, espero que haya cintas”, exclamó Comey al ser preguntado al respecto, minutos antes de confirmar que él mismo permitió la filtración de las anotaciones que había tomado de sus conversaciones con el mandatario a través de un amigo.
Comey confesó haber filtrado esas notas para “impulsar el nombramiento de un fiscal especial” que indagase la posible confabulación entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso para interferir en las elecciones presidenciales del pasado año.
“Estaba honestamente preocupado por el hecho de que el pudiera mentir sobre la naturaleza de nuestro encuentro”, dijo el exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI). “Sabía que podría llegar un día en que pudiera necesitar un registro de lo que pasó no sólo para defenderme, sino para defender al FBI”.
Trump despidió de manera inesperada al alto funcionario el pasado 9 de mayo, lo que despertó una fuerte polémica, ya que muchos lo interpretaron como un intento de frenar las pesquisas de Comey sobre los supuestos vínculos entre la campaña del magnate y el Gobierno ruso para perjudicar a su rival demócrata, Hillary Clinton.
Comey coincidió hoy con esa interpretación.
“No sé por qué fui despedido. Tomo al presidente su palabra de que fui despedido por la forma en la que dirigía la investigación rusa y la presión que esto ejercía sobre él”, dijo hoy el veterano funcionario.
En una entrevista con la cadena NBC tras el despido, Trump aseguró que “la cosa rusa” pesó en su decisión de cesar al director del FBI, al tiempo que añadió que la investigación sobre la posible coordinación de su campaña con Rusia era un “invento”.
Comey opinó hoy que posiblemente Trump “estaba frustrado porque la investigación de Rusia estaba tomando demasiado tiempo y energía en la esfera pública”.
En su testimonio escrito para el Comité, que fue revelado este miércoles, Comey detalla las escenas en las que mantuvo contacto con el presidente, incluido dos episodios en los que, inesperadamente para él, el mandatario se las ingenió para que estuvieran a solas.
Comey consideró “significativo” el hecho de que no quisiera testigos sobre lo que quería abordar con él, y subrayó este hecho ante los senadores.
En uno de esos encuentros cara a cara, Trump pidió “lealtad” al entonces director del FBI y además le solicitó que “dejara estar” la investigación que recaía sobre su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn, por sus presuntos nexos con el Kremlin.
En virtud de su relato, los senadores preguntaron directamente a Comey si consideraba que el presidente había incurrido en obstrucción a la Justicia, algo que prefirió dejar en manos de Mueller.
“No creo que me corresponda a mí considerar si la conversación que tuve con el presidente fue un esfuerzo de obstrucción. Lo tomé como algo muy preocupante, muy preocupante, pero esa es una conclusión sobre la que estoy seguro que el fiscal especial trabajará”, apuntó.
Una acusación de obstrucción a la Justicia puede derivar en un proceso de destitución del presidente, un juicio político que defienden algunos legisladores de la oposición demócrata, que establecen paralelismos con el escándalo Watergate, que acabó forzando la renuncia del expresidente Richard Nixon (1969-1974).
Ante la reveladora intervención de Comey, la Casa Blanca decidió que fuera uno de los abogados personales de Trump, Marc Kasowitz, quien respondiera ante la prensa, aunque la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Huckbee Sanders, se apresuró a decir que el magnate “no es un mentiroso”.
En una comparecencia sin preguntas, Kasowitz negó la mayor y aseguró que Trump “nunca” le pidió “lealtad” a Comey, tampoco le indicó que “dejara pasar” el caso de Flynn y calificó las filtraciones del exdirector del FBI como “subrepticias, unilaterales y desautorizadas”.
Comey documentó sus encuentros con Trump por temor a que después “mintiera”
El exdirector del FBI James Comey explicó hoy que documentó sus encuentros a solas con el presidente, Donald Trump, porque temía que después éste “mintiera” sobre el contenido de sus conversaciones.
“Estaba honestamente preocupado por el hecho de que el pudiera mentir sobre la naturaleza de nuestro encuentro”, dijo el exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI) durante su esperada audiencia ante el Comité de Inteligencia del Senado.
“Sabía que podría llegar un día en que pudiera necesitar un registro de lo que pasó no sólo para defenderme, sino para defender al FBI”, agregó ante los senadores, bajo juramento.
El exdirector del Buró dijo además que solamente se reunió con el expresidente Barack Obama en tres ocasiones en sus ocho años de mandato, y que nunca sintió la necesidad de documentar sus encuentros con él, al igual que tampoco lo hizo mientras era un alto funcionario del Departamento de Justicia en la época del mandatario republicano George W. Bush.
Comey insistió en que Trump había reconocido su buen desempeño al frente del FBI en varias ocasiones, incluido un momento en el que le susurró, en un abrazo en la Casa Blanca, que “estaba deseando” empezar a trabajar con él.
“No sé por qué fui despedido”, zanjó al ser preguntado a ese respecto. “Tal vez por la forma en la que dirigía la investigación rusa (sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones de 2016) y la presión que esto ejercía sobre él”, agregó.
Comey fue despedido de manera fulminante hace un mes por el mandatario, cuyo equipo dio argumentos contradictorios para explicar la decisión del mandatario.