Unos cambios en la circulación atmosférica ocurridos hace unos seis millones de años en la región conocida actualmente como América del Sur impulsaron la expansión de los mamíferos herbívoros y pastizales en esa zona, según un estudio publicado hoy en la revista especializada PNAS.
Un equipo de geocientíficos de la Universidad de Arizona determinó que estos cambios en la circulación atmosférica en el Mioceno tardío provocaron modificaciones en el clima y la vegetación de Sudamérica y, por ende, en su fauna.
La investigación muestra que entre hace 7 y 6 millones de años la circulación atmosférica tropical global conocida como la circulación de Hadley se intensificó.
“Como resultado, el clima de América del Sur se volvió más seco, las praderas subtropicales se expandieron y el número de especies de mamíferos que podían comer hierba aumentó”, dijo la autora principal del estudio, Barbara Carrapa.
Carrapa y sus colegas utilizaron un modelo informático para descubrir que la circulación de Hadley se había fortalecido a finales del Mioceno, alterando el clima.
Más tarde, compararon las predicciones del modelo del clima pasado con los archivos naturales de lluvia y vegetación almacenados sobre superficies antiguas, y vieron cómo los pronósticos de ese modelo coincidieron con los archivos naturales.
“Encontramos una fuerte correlación entre este gran cambio en el clima y la circulación del Mioceno tardío que afectó a la ecología, las plantas y los animales”, aseguró la investigadora.
Carrapa argumentó que este estudio, una mezcla de paleontología de mamíferos, geoquímica de los suelos antiguos y modelos informáticos del clima global, proporciona una nueva comprensión del Mioceno tardío, una época en que se establecieron ecosistemas casi modernos.
Los geocientíficos utilizan la geoquímica de los suelos antiguos, específicamente las formas de los elementos oxígeno y carbono, para inferir la precipitación y la vegetación del pasado.
Los investigadores compilaron datos publicados de la relación de diferentes tipos de oxígeno y dióxido de carbono que cubren una amplia franja de América del Sur, desde 15 a 35 grados de latitud sur.
Los cambios en la proporción de oxígeno ofrecen información sobre las precipitaciones pasadas, mientras que las alteraciones en la proporción de carbono indican qué plantas estaban creciendo en ese momento.
“Los resultados fueron sorprendentes: los cambios en la geoquímica del suelo durante el Mioceno tardío cambiaron en las bandas latitudinales de norte a sur, lo que indica una causa subyacente que abarca gran parte de América del Sur, no solo los cambios locales en la elevación o la topografía”, dijo Carrapa.(EFEUSA).-