El exmilitar Esteban Santiago, acusado de la muerte a tiros de cinco personas en el aeropuerto de Fort Lauderdale (Florida) en 2017, ha acordado declararse culpable de once cargos con el fin de evitar la pena de muerte, informaron hoy medios locales.
Tras un acuerdo alcanzado con la Fiscalía federal, Santiago, de 28 años y origen puertorriqueño, se declarará culpable de 11 de los 22 cargos que pesaban en su contra por el tiroteo perpetrado en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale a comienzos de enero de 2017.
De esta manera, la defensa logrará evitar la pena de muerte que tenía previsto pedir la Fiscalía en el juicio fijado para el mes de junio en un tribunal de Miami, a cambio de una condena a cadena perpetua.
Según establece el acuerdo de culpabilidad entre la defensa y la Fiscalía presentado ante el tribunal el pasado lunes, Santiago renuncia a cualquier derecho de apelación de la condena que se le imponga, recogió el canal Local 10 News.
Los términos precisos del acuerdo completo de culpabilidad alcanzado con la Fiscalía podrían conocerse mañana, miércoles, ante la jueza de Miami Beth Bloom.
Inicialmente Santiago se había declarado no culpable de los 22 cargos que le imputaban por el ataque armado en el citado aeropuerto y, a petición de una jueza, fue sometido a una serie de evaluaciones mentales para determinar si está mentalmente sano.
El informe clínico del psicólogo especialista que evaluó su salud mental determinó que es “capaz de comprender la naturaleza y consecuencias del proceso en su contra y asistir apropiadamente en su defensa”.
El exmilitar nacido en Nueva Jersey hace 28 años llegó el 6 de enero de 2017 al Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood desde Anchorage (Alaska) y en la sala de recogida de equipajes tomó una bolsa que había chequeado y se fue al baño.
En la bolsa había una pistola que cargó en el baño y con la que, de regreso a la sala, empezó a disparar a la gente de manera indiscriminada, según mostraron los vídeos de las cámaras de seguridad.
Cinco personas resultaron muertas y seis heridas en el aeropuerto a causa de los disparos de Santiago, quien fue detenido sin oponer resistencia a los pocos minutos.
Santiago es un veterano de la guerra de Irak y se encuentra preso en un centro de detención federal de Miami, donde recibe un tratamiento médico por esquizofrenia.
El FBI confirmó que en noviembre de 2016 Santiago entró en una oficina de esta agencia federal en Anchorage (Alaska) y manifestó que el Gobierno de EE.UU. controlaba su mente y lo obligaba a ver vídeos del grupo Estado Islámico (EI), y que además oía voces.
Los agentes federales descubrieron que en ese momento Santiago había dejado en su coche a su hijo de pocos meses de nacido y una pistola, que le fue confiscada.
El joven fue derivado a un chequeo psicológico por un período de cuatro días, al cabo del cual fue dado de alta, sin ningún tratamiento a seguir. efe