La medida gradual que quiere elevar el salario mínimo hasta 15 dólares por hora en el año 2022 en California, podría resultar contraproducente para empleados menos calificados que se verían reemplazados por máquinas, no sólo en la industria, sino también en los servicios, según avisan algunos análisis.
Un estudio presentado en junio de 2017 por la Universidad de Washington, analizó los resultados de una medida de aumento del salario mínimo aplicada en Seattle, comparándola con otras ciudades del estado de Washington que no establecieron un aumento obligatorio.
En sus conclusiones, el estudio afirmó que “las pérdidas de empleo asociadas con los aumentos obligatorios del salario en Seattle son de hecho suficientemente grandes para resultar en reducciones netas de los gastos de nómina y del total de los ingresos de los empleados”.
Rápidamente, el Centro Laboral de la Universidad de California en Los Ángeles presentó su propio estudio para contradecir los hallazgos del análisis de Washington.
“La ley de 15 dólares para el salario mínimo en California aumentará sustancialmente las ganancias a lo largo de la vida entre los trabajadores de bajos ingresos”, argumentó el análisis del Centro de UC.
Según señaló por su parte un artículo del Instituto de Política Pública de California, el incremento del salario mínimo puede llevar a que más de un tercio de los trabajadores que actualmente reciben subsidios sociales como Medi-Cal, la ayuda financiera para los seguros de salud de Covered California o el programa para alimentos CalFresh, los pierdan, quedando al final con menos ingresos netos que antes.
A partir del 1 de enero de este año, los trabajadores que ganan el salario mínimo en el “Estado Dorado” recibieron un aumento automático para devengar 11 dólares por hora en aquellas empresas con 26 o más empleados.
Una proyección de la Oficina de Análisis Legislativo calculó que, en California, los trabajadores que se beneficiarán cuando el salario mínimo alcance 15 dólares por cada hora serán aquellos que ganaban 12,50 dólares o menos por hora en 2016, cerca de 5 millones de personas y equivalente al 30% del total de empleados del estado.
Otros creen que el aumento del salario mínimo podría acarrear la pérdida de algunos beneficios sociales.
Después del año 2022, el aumento queda ligado al índice de inflación, según consta en la última versión de la ley que ordena el aumento de salario.
Aunque hasta el momento las iniciativas son tímidas, ya empiezan a ponerse en práctica algunas desestabilizadoras, como el caso de un establecimiento McDonald’s en Prismo Beach, al noroeste de Los Ángeles, donde los clientes pueden ordenar sus pedidos de manera automatizada desde la puerta.
Líder indiscutible en mercadeo y ventas a través de Internet, la innovadora Amazon igualmente está llevando la delantera con la automatización en sus bodegas de empaque y distribución, donde más de 45.000 unidades robóticas trabajan “mano a mano” con los empleados en dos decenas de plantas en todo el mundo.
Igualmente, otros factores como la escasez de mano de obra en áreas tan esenciales como la agricultura está estimulando el desarrollo de máquinas que podrían realizar funciones tan delicadas como la recolección de las fresas, algo anteriormente exclusivo para jornaleros. (efeusa)
