El aumento del nivel del mar proyectado para finales de siglo amenaza a 2,5 millones de viviendas y negocios situados en localidades costeras del país, según un estudio publicado hoy por la Unión de Científicos Preocupados (UCS, en sus siglas en inglés).
En concreto, este incremento acelerado del nivel del mar, principalmente causado por el calentamiento global, empeorará las crecidas marítimas y pondrá en riesgo de inundaciones crónicas 2,4 millones de viviendas valoradas en 912.000 millones de dólares, de acuerdo a la UCS.
Además, 107.000 propiedades comerciales con un valor de 152.000 millones de dólares también están en peligro de sufrir estos efectos del cambio climático durante los próximos 80 años, hasta el año 2100.
“Desafortunadamente, en los próximos años muchas comunidades costeras enfrentarán una devaluación de las propiedades a medida que las percepciones de riesgo se equiparen con la realidad”, apuntó en su informe la economista y directora del Programa del Clima y Energía de la UCS, Rachel Cleetus.
Usando tres escenarios de aumento del nivel del mar desarrollados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), los científicos determinaron cuántas propiedades residenciales y comerciales a lo largo de toda la línea costera del país están en riesgo de inundación crónica por mareas altas.
Este riesgo endémico, según la definición de la UCS, significa que esas viviendas se inundarán un promedio de 26 veces al año o más, es decir, una vez cada dos semanas.
Por estados, aquellos que podrían sufrir más las consecuencias de esta subida del nivel del mar para 2100 son Florida, que experimentaría un impacto de 351.000 millones de dólares, Nueva Jersey (108.000 millones) y Nueva York (100.000 millones).
Las consecuencias no se traducen solo en propiedades deterioradas, sino también en viviendas inhabitables y la reducción de la base tributaria que financia escuelas, carreteras y servicios de emergencia en esos lugares.
“Los municipios tendrían caídas de ingresos más profundas cuando se toman en consideración las pérdidas de impuestos de propiedades comerciales, ventas y otros negocios”, destacaron los autores en su informe.
Para el 2045, cerca de 175 comunidades verán el 10 por ciento o más de sus viviendas en riesgo de inundaciones crónicas, con casi un 60 por ciento de esas comunidades experimentando niveles de pobreza por encima del promedio nacional.
Las localidades que podrían ser impactados con más fuerza en este lapso de tiempo, según el estudio, incluyen comunidades en Luisiana, Maryland, Nueva Jersey y Carolina del Norte.
En sus conclusiones, los investigadores alertaron de que los dueños de residencias que se inunden a menudo en el futuro podrían encontrarse con hipotecas que excederán el valor de sus posesiones, afrontarán una subida abrupta de las primas de seguros contra inundaciones e incluso incumplirán los pagos.
Por otro lado, las instituciones prestamistas de estas hipotecas podrían volverse insolventes, especialmente bancos pequeños concentrados en regiones con alto riesgo de inundaciones.
A pesar de estas previsiones, la coautora Astrid Caldas aseguró a Efe que si la comunidad internacional logra cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, firmado en 2016, una gran parte de estas viviendas podrían ser salvadas.
“Si conseguimos cumplir con las metas del Acuerdo de París de mantener el calentamiento entre 1,5 y 2 grados centígrados y si se limita la pérdida del hielo de los polos, el 85 % de las propiedades residenciales afectadas podrían evitar inundaciones crónicas en este siglo”, concluyó Caldas, especialista en Asuntos Climáticos de la UCS.