La feria CES de Las Vegas, la cita de tecnología de consumo personal más importante del país desde hace medio siglo, cierra hoy sus puertas tras cuatro días de novedades marcados por los asistentes digitales y los planes para avanzar hacia las ciudades inteligentes.
Con menos afluencia que los días anteriores, la feria se centró hoy en la intersección entre deporte y tecnología, con charlas dedicadas al deporte como contenido para audiencias y a la influencia de los atletas de élite en las “start-ups”.
No obstante, a lo largo del evento han brillado con más intensidad las innovaciones en cuanto a vehículos autónomos e inteligencia artificial, a su vez elementos clave de las ciudades inteligentes (“Smart cities”), una tendencia destacada a la que se suman cada vez más empresas.
La interconexión de los electrodomésticos del hogar y su control mediante asistentes digitales, o la comunicación directa entre autos e infraestructuras urbanas para “descongestionar” el tráfico y hacerlo más eficiente estuvieron entre los planes para avanzar hacia esas ciudades del futuro.
En la charla inaugural de CES, el CEO de Ford, Jim Hackett, sugirió que la firma de automóviles mira ahora hacia el sector de la movilidad con el desarrollo de una plataforma en la nube en la que pretende se basen nuevas “calles habitables” donde las personas, y no los coches, sean la prioridad.
De manera similar, el grupo Toyota indicó su intención de ser una compañía de movilidad en el futuro y presentó un vehículo eléctrico sin conductor, e-Palette, ideado para fines comerciales y que estiman estará listo para 2020.
Los robots para el consumidor final con funciones personales y comerciales, que van desde acompañar a personas mayores hasta leer códigos de barras en una tienda, ocuparon un pabellón entero e hicieron las delicias de los asistentes, cuya cifra estimó la organización en más de 170.000.
Otra de las innovaciones que cambiarán la sociedad es la tecnología 5G, que promete ser un nuevo paso adelante en cuanto a la conectividad inalámbrica de banda ancha y en la que trabajan grupos como Qualcomm o AT&T, que estarán sentando sus bases durante 2018.
Como es habitual, las grandes marcas entre los 3.900 exhibirdores presentaron nuevos modelos de dispositivos que se utilizan a diario, desde televisiones -cada vez más planas y con mejor calidad de imagen-, portátiles, tabletas o teléfonos móviles.
En este sentido, el CEO de la firma china Huawei, responsable de otro de los grandes discursos de CES, presentó su teléfono inteligente Mate10 Pro, pero criticó la dificultad de su llegada a EE.UU. pese a los “altos estándares de seguridad y privacidad” del dispositivo.
Entre los asistentes digitales, que se han generalizado en teléfonos, altavoces o relojes y ahora tienen vistos de irrumpir en las casas, Google Assistant hizo un mayor acto de presencia mediante pantallas y anuncios para plantar cara a su rival, el extendido Alexa, de Amazon.
De acuerdo con muchos prototipos presentados en el evento, la inteligencia artificial se habilitará en objetos tan comunes como el espejo del cuarto de baño, el horno, la televisión o la nevera, que serán controlables a través de opciones presentadas por Amazon, Google o Microsoft, entre otros.
Y es que otras compañías no se quedan atrás y han decidido desarrollar nuevas plataformas de inteligencia artificial, como es el caso de LG, que presentó el sistema abierto ThinQ, o el fabricante de automóviles de alta gama Mercedes, que ha apostado por crear uno propio.
Además, la edición de este año dejó como anécdota un apagón de electricidad el miércoles, que durante más de dos horas paralizó la tecnología más puntera y desvió la atención de participantes y empresas hacia las redes sociales, donde convirtieron el incidente en “trending topic”. (EFEUSA)