Palacio Nacional, R. D.-Hoy 452 niños y niñas empezaron a recibir servicios de atención integral. Son 226 pequeñines del CAIPI Anacaona en San Juan e igual número de infantes en Los Palmares de Sabana Perdida.

Ambos Centros de Atención Integral a la Primera Infancia abrieron sus puertas. Desde ya se convierten en espacios donde estos niños permanecerán durante el día, mientras sus padres trabajan.

Familias felices

Con la presencia de las familias, que llegaron felices a estos nuevos centros, iniciaron de manera simultánea los actos. Las estancias infantiles cuentan con salas adecuadas para niños(as) de 0 a 5 años.

A partir de ahora padres y madres podrán salir a buscar el sustento para suplir sus hogares. En cambio, sus hijos(as) estarán al cuidado de un personal capacitado y lleno de amor para brindarles.

CAIPI Anacaona en San Juan

“Desde esta estancia las madres serán apoyadas en la educación de sus hijos/as. Esta es una oportunidad para orientar a los padres en las prácticas de crianza de los niños, estudiar y trabajar”.

Con esos términos Dioriana Mateo, madre beneficiaria agradeció al presidente Danilo Medina por la estancia. Dijo que la atención que sus hijos recibirán será esencial para el desarrollo. Mateo es madre de dos niñas, una de cuatro y otra de dos años.

Nicolás Sánchez, coordinador del CAIPI Anacaona dio la bienvenida a las familias. Les explicó la importancia de los servicios que los niños recibirán en la estancia infantil. “Contarán con atención integral gratuita y de calidad”.

Inversión para el futuro y el presente

Ana Raquel Cabrera, encargada nacional del CAIPI, resaltó los esfuerzos que hace el Gobierno. “El Estado dominicano no sólo invierte para el futuro que son los niños y las niñas, sino también para el presente”.

Los servicios del CAIPI Anacaona serán de 7:30 de la mañana a 5:00 de la tarde. Cuenta con un personal previamente capacitado.

“Queremos invitarles a que sean parte de la historia. No sean solo veedores del centro, involúcrense y participen, este es su centro”, afirmó Cabrera.

En este acto estuvo presente, la representante del SENASA, Alexandra Mateo. Con ella será gestionado el seguro médico para los niños y niñas. Igualmente participó el pastor Yonatalis Calderón, de la iglesia Asambleas de Dios.

La bendición del nuevo centro estuvo a cargo del padre Donald Eaching, de la parroquia Villa Esperanza.

Centro Los Palmares

Aquí, Leticia López, técnica nacional del CAIPI, manifestó que los niños/as son los protagonistas de este centro. “Cada día serán traídos por sus padres y madres para recibir todos los componentes de atención integral.  Llamó a los padres a intégrarse y dar seguimiento a la atención de sus hijos.

Segundo hogar

La coordinadora del CAIPI, Elis Castro explicó todos los beneficios que recibirán infantes. Presentó a las familias el equipo de colaboradores del centro. Lo conforman 40 personas, que velarán diariamente por sus hijos e hijas.

“Cuiden este CAIPI, este es el segundo hogar de sus hijos(as). Estamos felices de recibirles aquí”.

La mesa de honor estuvo también conformada por el regidor de Santo Domingo Norte, Juan Francisco Guerrero. Asimismo, por el representante del diputado Rubén Maldonado, Guillermo Matos y la pastora Xiomara Guerrero, quien bendijo el centro.

Manos que cantan y cuentan

Los niños y niñas estudiaban como sardinas en lata y llegar y salir de allí cada día era una calamidad.

El 16 de febrero pasado, el presidente Danilo Medina entregó una bonita escuela para niños en condición auditiva especial.

La escuela acoge 595 estudiantes, la primera totalmente pública y gratuita que se integra a la Revolución Educativa.

Así nuestro gobierno reconoce una historia de entrega y pasión.

Inició en una casa alquilada hace 13 años, en Sabana Perdida, con apenas 8 aulas.

La alegría hoy es mucha; los estudiantes del Centro Cristiano de Educación Especial para Sordos, tienen canchas, comedor, áreas de juegos, centro de cómputos, biblioteca, talleres de costura, manualidades, informática, entre otros.

19 aulas nuevas para vivir la aventura de aprender.

Con un “simple” detalle adicional: ahora llegan y regresan a sus casas en una guagua nueva propiedad de la escuela.

Morelia estudia allí. Su madre recuerda que por su condición auditiva su hijita fue rechazada en muchos sitios.

Con sus manos, en lenguaje de señas, Morelia nos cuenta: “Antes teníamos una escuela muy pequeñita; imagínese usted, para estudiar era pegados como parchos a una mesa, no nos podíamos concentrar.

José Agustín recuerda lo difícil que era venir caminando, “me dolían las piernas y sudaba”. La Revolución Educativa también se expresa con manos y señas. Así construimos una patria inclusiva, con todos y todas.

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