El Grupo a Cuatro (G4), formado por Estados Unidos, China, Pakistán y Afganistán para buscar soluciones al conflicto afgano, comenzó hoy su quinta reunión en Islamabad en medio de un gran secretismo y a puerta cerrada a diferencia de los encuentros previos.
El portavoz del Ministerio de Exteriores paquistaní, Qadir Yar Tiwana, confirmó a Efe el inicio de la reunión del cuarteto a mediodía local con el embajador afgano en Pakistán, Omar Zakhilwal, como único representante de su país, a diferencia de las ocasiones anteriores que contaron con delegaciones de mucho más alto nivel.
El resto de países cuenta con la representación habitual: el representante especial de EEUU para Afganistán y Pakistán, Richard Olson; el embajador estadounidense en Pakistán, David Hale; el enviado especial de China para Afganistán, Deng Xijun, y el secretario de Exteriores paquistaní Aizaz Ahmad Chaudhry.
Fuentes oficiales afganas y paquistaníes consultadas por Efe no ofrecieron detalles de los temas a tratar en el encuentro, que por primera vez se desarrolla sin presencia de la prensa.
Esta quinta reunión del cuarteto, formado a finales de 2015, se produce en momentos cuando Kabul ha pedido al resto de países que declare a los talibanes “irreconciliables”, tras su rechazó a sentarse a la mesa de negociación y al inicio de su campaña militar de primavera.
El embajador Zakhilwal ha dicho en los últimos días a medios paquistaníes que su país quiere que se tomen nuevas medidas contra los talibanes, dado que la vía del diálogo ya no es posible.
A ello, se suma el empeoramiento de las relaciones entre Afganistán y Pakistán, por el supuesto apoyo paquistaní a grupos afiliados con los talibanes afganos.
El atentado talibán que dejó 64 muertos y 347 heridos en Kabul en abril tensó las relaciones con Pakistán y provocó una postura más dura del Gobierno afgano contra los insurgentes, a quienes habían definido como “oposición política” pocos meses antes.
El presidente afgano, Ashraf Gani, pidió entonces a Pakistán que tomase acciones militares contra los talibanes afganos que se refugian en su territorio y amenazó con llevar el caso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El G4 ha manifestado su respaldo a un diálogo sin condiciones previas con los talibanes, pero los insurgentes ha ido cerrando las puertas a la oferta de diálogo en los últimos meses.