Una vez más el automovilismo latinoamericano fue protagonista ganador en la prueba de resistencia de las 24 Horas de Daytona con el colombiano Sebastián Saavedra como campeón en la modalidad LMP2, mientras que el brasileño Augusto Farfus lo fue en la GTLM (GT Le Mans).
Ambos se encontraban al volante de los monoplazas de sus respectivos equipos, DragonSpeed y BMW Team RMG, cuando la 57 edición de las 24 Horas de Daytona acabó sin reanudarse tras la segunda suspensión que se daba por lluvia.
Saavedra, de 28 años, hizo una brillante carrera en los momentos más complicados de la lluvia torrencial que comenzó a caer sobre el circuito Daytona Internacional Speedway durante la noche y el resto que duró la prueba.
Antes del gran pilotaje de Saavedra, sus compañeros de equipo, el mexicano Roberto González, el venezolano, exFormula 1, Pastor Maldonado y Ryan Cullen también completaron una labor excepcional.
“Ha sido el triunfo de todo el equipo, supimos mantener la compostura en todo momento, aunque las condiciones meteorológicas en las segunda mitad fueron muy complicadas y difíciles”, destacó Saavedra, que pilotó el ORECA LMP2 N.18.
“Al final el trabajo de equipo dio resultados y fue excepcional”.
También triunfo el brasileño Farfus, del equipo BMW Team RMG, con el monoplaza BMW MB GTE 8 No.25 que estaba en pista y al frente del volante cuando llegó la segunda suspensión y se proclamó campeón en la modalidad GTLM (GT Le Mans) junto a sus compañeros Connor De Phillippi, Phillipp Eng y Colton Herta.
Pero si hubo pilotos latinoamericanos que brillaron y se quedaron a las puertas del gran triunfo fueron los brasileños Felipe Nasr y el veterano Helio Castroneves, tres veces campeón de las 500 Millas de Indianápolis, ambos los grandes rivales que lucharon con el español Fernando Alonso por conseguir la victoria.
Nasr, actual campeón de IMSA, estuvo a minutos de conseguir el triunfo de no haber sido por la salida de pista que sufrió antes que la bandera roja hiciese acto de presencia por segunda vez para suspender la carrera, que ya nunca más se reanudó con 593 vueltas completadas.
El piloto brasileño, un gran experto en pista mojada, cometió la precipitación que le iba a costar a su equipo del Wheler Engineering Racing con el monoplaza Cadillac DPI perdiese el liderato en favor de Alonso que mantuvo la calma tras el incidente que protagonizó Nasr, que quedó segundo junto con sus compañeros el estadounidense Eric Curran y el brasileño Pipo Derani.
“Las condiciones en la pista eran muy complicadas y al final cualquier descuido te iba a costar algún error, pero el problema fue que no tuvimos opción de reanudar la carrera”, valoró Nasr. “Hay una gran frustración dentro del equipo porque hicimos una gran carrera”.
También luchó hasta el final con su equipo Team Penske y el monoplaza Acura DPi No.7, Castroneves, que ocupó el tercer lugar de la clasificación.
Castroneves, que fue líder provisional durante sus “stints” al volante, protagonizó uno de los duelos más interesantes en la primera mitad de la carrera con el español Fernando Alonso que se proclamó campeón de la prueba con el equipo Wayne Taylor Racing.
“Ha sido muy divertido y espectacular el poder mantener un gran duelo con mi gran amigo Helio (Castroneves)”, declaró Alonso cuando acabó su primer turno de pilotaje y que subió a su equipo del noveno al primer lugar de la clasificación profesional.
Castroneves estuvo siempre con las máximas posibilidades de luchar por el triunfo final junto a sus compañeros los estadounidenses Ricky Taylor y Alexander Rossi.
Al final las lluvias y las genialidades de Alonso se lo impidieron.
Tampoco tuvo suerte otro veterano, el colombiano Juan Pablo Montoya, quien junto con el estadounidense Dane Cameron y el francés Simon Pagenaud, su compañeros del equipo Team Penske y el monoplaza Acura DPi No.6, fueron los rivales directos del Alonso hasta la fase final de la carrera, cuando comenzaron a tener problemas mecánicos y tuvieron que entrar a boxes para perder toda opción al triunfo.(EFE).-