El Rey Felipe VI ha acudido este sábado en San Salvador para la toma de posesión del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien fue reelegido para un segundo mandato el pasado 4 de febrero por una abrumadora mayoría, según ha informado Casa Real.
Don Felipe ha asistido a la ceremonia de investidura, que tiene lugar en el Palacio Nacional en la Plaza Gerardo Barrios, en el Centro Histórico de San Salvador, tras haber mantenido un encuentro con el mandatario salvadoreño. Acompañado por la secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Susana Sumelzo, ha recibido además a una representación de la comunidad española en el país centroamericano.
Previamente, a su llegada al aeropuerto este viernes, el Rey fue recibido por la canciller de la República, Alexandra Hill; el embajador español en El Salvador, Carlos de la Morena; y el representante de El Salvador en España, Joaquín Alexander. El Gobierno salvadoreño ha señalado que “su presencia es un símbolo de la estrecha amistad y cooperación” entre ambos países, según recoge el diario salvadoreño ‘El Mundo’.
Este desplazamiento a El Salvador es el segundo que realiza para asistir a una toma de posesión de un mandatario iberoamericano este año, tras acudir a la del presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, el pasado enero. Con este, son quince los viajes de este tipo que ha realizado desde su ascenso al trono, del que pronto se cumplirán diez años.
En el acto está prevista la presencia de otros jefes de Estado y de Gobierno internacionales, entre ellos el presidente argentino, Javier Milei, que coincidirán en plena crisis diplomática entre España y Argentina, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani; y una delegación de Estados Unidos.
En cambio, algunos diputados de los principales partidos opositores en El Salvador no estarán en la investidura, ya que sostienen que este segundo mandato viola la Constitución, pese a la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que abrió la puerta a la reelección.
El partido gobernante en El Salvador, Nuevas Ideas, logró un 82 por ciento de los votos en las elecciones de febrero en el marco de la guerra contra las pandillas en el país, para la que Bukele impuso en marzo de 2022 un estado de excepción que continúa desde entonces, sin que haya visos de que termine.
El éxito de su estrategia de seguridad conlleva unos 74.000 detenidos, el desmantelamiento de las pandillas e índices de homicidios de los más bajos de América Latina a través de la suspensión de derechos fundamentales, como el de expresión y organización.