El número de policías muertos por delincuentes en acto de servicio en Estados Unidos se situó en 2015 en 41, un 20 por ciento menos que los 51 del año anterior, informó hoy el Buró Federal de Investigación (FBI).
Por regiones, 19 agentes murieron como consecuencia de actos criminales en el sur del país, 9 en el oeste, 5 en el medio oeste, 4 en el noreste y 4 en Puerto Rico, según las estadísticas divulgadas por el FBI en un informe anual preliminar.
En la inmensa mayoría de los asesinatos, los delincuentes utilizaron armas de fuego para matar a los policías, con un total de 38, y sólo en 3 ocasiones usaron vehículos para hacerlo.
Según el informe del FBI, en 8 de esas ocasiones los agentes estaban investigando a sospechosos, 7 murieron en situaciones tácticas, 6 llevaban a cabo persecuciones de tráfico o habían parado a un conductor y 4 fueron emboscados premeditadamente.
Asimismo, otros 4 policías fueron asesinados cuando respondían a robos que se estaban llevando a cabo, 3 agentes murieron en ataques no provocados y otros 3 debido a las heridas sufridas al atender llamadas por disputas familiares.
Los restantes casos se refieren al transporte o la custodia de detenidos, a situaciones surgidas al tratar con enfermos mentales y otros motivos.
El FBI informó que, en 30 de los 41 casos, los agentes llevaban chalecos antibala y sólo en 6 ocasiones tuvieron la oportunidad de utilizar sus armas, y en 3 de los casos fueron asesinados con sus propias armas.
Estos no fueron los únicos policías que murieron en EE.UU. en 2015 en circunstancias relacionadas con sus labores oficiales, ya que otros 45 agentes perdieron la vida en accidentes sufridos en acto de servicio, cifra igual a la que hubo en 2014.
Según las estadísticas del FBI, en promedio, entre 1980 y 2014 un total de 64 agentes fueron asesinados en acto de servicio.