Venezuela está en coma, Brasil quedó al mando provisional de la derecha y la izquierda cede terreno electoral: En adelante Cuba deberá maniobrar en aguas agitadas, tras el sacudón político y económico en América Latina.
“El cambio en el escenario político de la región es menos acogedor de lo que fue hasta hace unos años. La retórica de apoyo al gobierno cubano se reducirá”, anticipó a la AFP Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, un centro de análisis con sede en Washington.
El gobierno de Raúl Castro, que hasta hace poco navegaba con horizonte despejado, denunció en abril “una fuerte y articulada contraofensiva imperialista” que coincidía con la “desaceleración de la economía” latinoamericana.
Terminaba así una era favorable para Cuba, que comenzó con la llegada al poder en Venezuela de Hugo Chávez en 1999, y que coronó el acercamiento con Estados Unidos a finales de 2014.
De la mano del fallecido líder venezolano, La Habana emergió del aislamiento y la crisis económica en que la quedó sumida tras el derrumbe soviético en 1990.
Gobiernos amigos se instalaron después en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Uruguay, El Salvador, Perú y Chile.
Pero tras la muerte de Chávez en 2013, la realidad política latinoamericana comenzó a cambiar, aunque recién dejó ver su nuevo rostro.
Este año Venezuela cayó en crisis profunda, Brasil cambió de timonel, Argentina dejó atrás los tiempos de los Kirchner, Evo Morales perdió un referendo clave en su aspiración de ampliar su mandato y Ecuador se apresta para el relevo de Rafael Correa.
Y lo peor: la izquierda en el poder, que tanto cortejó a la Revolución Cubana, le dijo definitivamente adiós a la bonanza por los precios altos de las materias primas.
“Mucho más grave que los cambios políticos” será para Cuba “la crisis económica en Brasil y, particularmente, en Venezuela”, apuntó Shifter a la AFP.
– Salvavidas estadounidense –
Además de ser su principal socio comercial, con un intercambio que alcanzó los 7.258 millones de dólares en 2014, Venezuela suministra a Cuba 95.000 barriles diarios de petróleo en condiciones de pago muy favorables.
“No hay país con el cual” Cuba “tenga buenas relaciones políticas” y “le pueda suministrar petróleo bajo estas condiciones de pago”, dijo a la AFP Jorge Piñón, director del Programa de Energía del Jackson School de la Universidad de Austin, Texas.
La pérdida de esas condiciones “representaría un impacto negativo para Cuba de aproximadamente 1.300 millones de dólares anuales”, comentó.
Brasil es a su vez uno de sus principales proveedores de alimentos, fuente de créditos blandos y socio en empresas de cigarrillos y azúcar.
Asimismo, Cuba obtiene de los dos países buena parte de los 12.000 millones de dólares que recibe al año por servicios médicos, su principal fuente de divisas.
Mientras cerraba filas en torno al amenazado Nicolás Maduro en Venezuela, el gobierno de Castro se sumó a las duras críticas al proceso parlamentario por el cual fue separada temporalmente del poder Dilma Rousseff en Brasil, enfrentada a un proceso de destitución.
El gobierno interino de Michel Temer respondió a los señalamientos cubanos con una advertencia velada. “La relación es histórica. Tenemos intereses en esos países y ellos acá”, dijo a la AFP un funcionario de la cancillería brasileña.
“Cuba tendrá que reorientar sus relaciones diplomáticas y comerciales en América Latina y el Caribe más allá de sus principales aliados regionales de la última década”, expresó a la AFP Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad de La Florida.
En ese sentido, los observadores estiman que Cuba ya se adelantó a un escenario más adverso.
“Es posible interpretar el acercamiento diplomático del gobierno de Raúl Castro a Estados Unidos, en parte, como una respuesta preventiva al continuo deterioro económico y político de Venezuela”, agregó Duany.
En medio del deshielo histórico con su otrora enemigo de la Guerra Fría, Cuba restableció relaciones diplomáticas con Estados Unidos en julio de 2015.
Pese al embargo todavía vigente, Estados Unidos puede recuperar su papel de suministrador de alimentos y emisor de turistas a Cuba, dos importantes balones de oxígeno.
“Es razonable esperar que las importaciones cubanas desde Estados Unidos sigan creciendo, especialmente si las restricciones se reducen y, eventualmente, se levante el embargo”, agregó Shifter.
Entretanto, Cuba arregló sus asuntos pendientes con los acreedores del Club de París, y firmó un acuerdo de cooperación con la Unión Europea, lo que deberá traducirse en acceso a más mercados y financiamiento.
Una estrategia a varias bandas que le debe permitir sortear la tormenta regional.